Cocinas blancas, pensadas para disfrutar momentos inolvidables
Las cocinas blancas son siempre una apuesta segura. Esta cocina instalada en Madrid por Santos Brezo está centrada en lo esencial pero cuidando todos los detalles.
El aspecto limpio, organizado por bloques, está pensado para mimar cada movimiento y para facilitar las labores habituales en la cocina. Un diseño sin pespuntes que minimaliza el aspecto externo dotándola del atractivo inherente en las cosas sencillas pero funcionales, esta cocina tiene ese «no sé que» que caracteriza una obra de arte..
Pureza de líneas
La simplificación de líneas no influye para estructurar el interior con infinidad de complementos que surgen al abrir cualquier espacio. En este cajón brota la calidez de la madera que aloja perfectamente la totalidad de la vajilla teniéndola completamente a la vista.
La isla contiene las zonas esenciales en una cocina: la de placa y fregadero y nos deja, entre ambas, un espacio multifunción donde elaborar los alimentos, eso no es obstáculo para diseñar una zona donde descansar, tomar un vino, leer el periódico o porque no, compartir con los tuyos la preparación de una nutritiva ensalada.
Los espacios limpios que nos regalan las columnas, nos sorprenden con una amplia capacidad de almacenamiento, todo ordenado. En esta cocina todo tiene su lugar, nada falta…
La cocina se establece por elementos formalmente estructurados. Las columnas nos permiten tener una gran cantidad de utensilios de uso común en la cocina totalmente ocultos a la vista.
Todo tiene cabida, las puertas escamoteables nos sorprenden con su útil interior
Fregadero, pequeño electrodoméstisco, cajones extraíbles….. solo deja volar tu imaginación.
Funcionalidad, ergonomía, calidad….imprescindibles en nuestra vida cotidiana, dándole el carácter especial de los grandes momentos.
Encimeras sin juntas, limpieza, orden…..¡la mirada nos lo dice todo!.
Zonas auxiliares de doble función: comida rápida, desayunos, preparación de alimentos, compartir, compartir, compartir…
La luz exterior permanece inalterable en el interior de este espacio, inunda sus huecos creando un ambiente relajado y funcional donde la primavera se establece durante todo el año.
Isla central con vistas al jardín
La isla nos permite trabajar compartiendo con los demás, aprovechando esos momentos sutiles que se dan en los momentos más inesperados.
Los elementos frontales totalmente lisos, sin tiradores, nos simplifican el trabajo, creando bloques pulcros, lineales, donde la función y la forma se retan el protagonismo.
Se ha tenido en cuenta la zona de estar, espacio donde las comidas relajadas nos permiten conocer un poco más a los nuestros. Un impás en nuestro ajetreo diario. es espacio de encuentro, de risas,… esos momentos que caracterizan los nexos de una familia.
Después de una jornada completa: desayunos ajetreados, comidas relajadas, meriendas inquietas y cenas con sobremesa, nuestra cocina permanece inalterable, todo en su sitio.
Para nuestras cocinas, lo más importante es que sigue regalando momentos de calidad a nuestros clientes. Valoramos su tiempo y el de los suyos.