El correcto mantenimiento de los muebles de cocina requiere una limpieza periódica. Sea cual sea el tipo de superficie, las manchas se resecan con el tiempo y dificultan su limpieza. Lea las indicaciones y consejos que le proporcionamos a continuación.
Recomendaciones generales para la limpieza de los muebles de cocina.
- No utilice nunca estropajos, rasquetas u otros materiales agresivos sobre la superficie de sus muebles.
- Evite la utilización de lejías, disolventes, alcohol, quitamanchas, aguarrás, acetona o amoníaco sobre las superficies. Salvo en casos expresamente indicados, estos productos pueden deteriorar la superficie de sus muebles de cocina.
- Utilice un paño húmedo con agua y detergente neutro para la eliminación de manchas; a continuación seque con un paño suave de algodón.
- Para manchas más difíciles utilice una esponja humedecida en una solución de agua y jabón neutro.
- Evite el contacto prolongado de vapor de agua o calor excesivo con los muebles de cocina.
- Cocine siempre con la campana extractora en funcionamiento; esto evitará el depósito de resíduos grasos sobre los muebles.
- Cuando se produzca condensación o derramamiento de líquidos, seque las superficies con un paño de algodón o bayeta de celulosa.
- No use aparatos de limpieza con vapor.
- No ponga cafetera u otras fuentes de vapor justo debajo de los muebles altos.
- No abrir el lavavajillas hasta transcurridos 30 minutos desde la finalización del programa de lavado.
Indicaciones específicas para diversas superficies.
- Estratificados y laminados: siga las recomendaciones generales de limpieza de muebles de cocina.
- Lacados: podría utilizar alcohol etílico muy diluido en agua para la eliminación de manchas resistentes sobre lacados con brillo.
- Rechapados: siga las indicaciones generales, pero tenga en cuenta que se desaconseja el uso de productos que contengan ceras.
- Vidrio: retire el polvo del marco y la superficie, limpie suavemente con una bayeta de celulosa o paño de algodón humedecidos de agua o líquido limpiacristales; por último seque con un paño suave o papel de cocina. No utilice productos agresivos o con disolventes.
- Frentes, encimeras y tiradores de acero: Limpie con una esponja humedecida en una solución de agua y detergente neutro, frotando en la dirección del satinado. A continuación, aclare con abundante agua y seque utilizando un paño suave de algodón. Para realzar el brillo del acero puede emplear algún producto específico o alcohol de quemar diluido en agua. Evite el uso de estropajos, cremas y sustancias abrasivas, lejías, quitagrasas y detergentes sólidos.
- Zócalos, tiradores y otros elementos de aluminio: Use esponja humedecida con agua y detergente neutro, frotando en la dirección del satinado. Aclare y seque con un paño suave. Para las manchas resistentes, puede emplearse alcohol de quemar diluido en agua.